Testimonio de Pilar Soto

   Los jóvenes de la parroquia seguro que os acordáis de Pilar, gran amiga nuestra, que nos acompaña y ayuda en tantas cosas y que nos contó lo que el Señor ha ido haciendo en su vida.

   Bien. Pues os dejamos el vídeo -publicado hoy mismo- de su testimonio de vida. Es del programa "Cambio de Agujas", de HMTelevisión, de la Fundación "Euk Mamie".

    Tanto a los que conozcáis a Pilar Soto como a los que no, os recomendamos ver su testimonio porque es impresionante y nos enseña muchas cosas, sobre todo a recordar cómo Dios puede escribir recto en renglones torcidos. Nunca viene mal ver la acción de Dios para animarnos y ayudarnos a crecer.

    Pilar Soto recuerda que su infancia fue muy feliz. Todo se empezó a torcer cuando, el día de su Primera Comunión, perdió a su padre, enfermo de cáncer. Aquello le hizo rebelarse contra Dios. En la adolescencia, vivió episodios duros y difíciles que la fueron amargando y destrozando interiormente. Se refugió en el estudio, la música y el deporte, pero se encontraba vacía, nada le saciaba y se sentía muy sola. 

   Probó en el mundo del arte, al que siempre se sintió llamada, y empezó a trabajar en televisión, cine, teatro, y como modelo. En seguida llegaron el éxito y la fama, pero tampoco llenaban su corazón. Pasó por 'Al Salir de clase', 'El Grand Prix', 'Mamma Mia', 'La Isla de los Famosos'... En esta etapa de su vida vivió experiencias muy dramáticas que la hirieron tan profundamente que buscaba cualquier cosa que la ayudara a no pensar y a no sentir. Cayó primero en la bulimia y de ahí pasó a la anorexia, a las drogas y al alcohol. Fueron muchas las veces que la llevaron inconsciente a urgencias. 

   Mientras presentaba un programa de televisión, en 2004, se empezó a encontrar muy mal. Salió de allí corriendo y se subió a un taxi. Quería pedir ayuda, pero ni siquiera era capaz de hablar. La siguiente escena que recuerda es la de verse en una camilla de hospital entubada. El médico se acercó y le dijo: "Señorita Soto, lo siento mucho, pero no podemos hacer nada más por usted. ¿A quién tenemos que llamar?". En ese momento, Pilar sintió pánico, comprendió que se estaba muriendo. 
   Entonces, por primera vez desde el día de su Comunión, acudió a Jesús. Lo cuenta ella misma diciendo que "Lo primero que intenté fue levantarme de la camilla, pero no tenía fuerzas. Entonces, le llamé a Él, y con los ojos de mi alma vi su rostro. Sentí una vergüenza tremenda de haber atentado de esa manera contra mi cuerpo y con todo el corazón le pedí perdón al Señor. Le dije: Señor, no es mi momento, nada justifica lo que me he hecho a mí misma, pero déjame quedarme, déjame demostrarte que te amo y luego, si quieres, llévame contigo. No me puse en pie y salí andando de la camilla inmediatamente porque Él no quiso que fuera así. Yo tenía mucho que aprender."
   Aquel fue el principio de su proceso de conversión. En la parroquia conocemos bien la continuación. ¿Quieres saber o recordar cómo acaba la historia? ¡disfruta del vídeo!