miércoles, 5 de marzo de 2014

40 minutos durante 40 días



Artículo original de Rachel Allen en lifeteen.com
traducido y adaptado por @Paterabraham.



Me encanta la Cuaresma.

Siempre me ha gustado. Cuando era pequeña, me gustaba ponerme retos para renunciar a algo más grande y mejor cada año. Hubo una vez que casi no supero la Cuaresma porque renuncié al chocolate ¡y el miércoles de ceniza era san Valentín! ... ouch.

Pero no te fortaleces a no ser que tu Cuaresma sea de verdad exigente ¿verdad?

La mejor Cuaresma de mi vida fue en mi segundo año de universidad, cuando a lo que renuncié fue al "tiempo". Ofrecí, en concreto, 40 minutos durante los 40 días de la Cuaresma. Renunciar a los dulces o a la carne o al café (es broma, yo nunca podría hacerlo) son buenos sacrificios, sí, pero si el objetivo es fortalecer nuestra relación con Dios, entonces... ¿no deberíamos hacer otro tipo de cosas? Cosas que, ya sabes, que fortalezcan nuestra relación con Él.


Sin duda alguna, renunciar a cosas puede ayudarnos a crecer espiritualmente -no hay amor sin sacrificio- pero cuando queremos fortalecer una relación con una persona, lo que tenemos que hacer es pasar tiempo con ella. En mi segundo año de universidad, sabía que lo que más necesitaba era, simplemente, pasar más tiempo con Dios.

Por lo tanto, me comprometo: tendré 40 minutos de "tiempo devocional" todos los días. Puede llamarlo como quieras: tiempo de silencio, tiempo de oración, o simplemente... tiempo. Pero llámalo de manera que no suene como un castigo. Yo, realmente no sé cómo llamarlo. Yo sólo sé que necesito hacerlo.

Piensa en esto: 40 minutos no mucho tiempo. Es lo que dura el capítulo de una serie, o dos sitcom en Netflix. Todos podemos encontrar 40 minutos en un día. Sólo tenemos que querer hacerlo.

Cuando estaba en la universidad, no tenía un horario regular, así que esos 40 minutos los tenía a una hora diferente cada día. Y como tengo "déficit de atención espiritual" y me aburro fácilmente cuando hago la misma cosa una y otra vez, mezclo y hago cosas diferentes cada día. No importaba cómo pasara ese tiempo, lo importante es que fuera tiempo con Él.

Si necesitas ideas sobre la manera de "perder" 40 minutos estando con Dios en esta Cuaresma, aquí te dejo mi lista de consejos y trucos. Nunca hice la misma cosa dos días seguidos, y hay cosas que hice una vez nada más. Pero todos los días, sin falta, tuve 40 minutos para Él. Y mi relación con Dios creció exponencialmente durante ese tiempo.



CELEBRAR LA MISA DIARIA
    Había hasta cuatro misas diarias por distintas capillas de mi universidad. No había excusa. Además, la mayoría de las misas diarias duran 30 minutos, así que me sobraban 10 minutos para reflexionar y rezar antes o después. Los 40 minutos pasaban rápido.



SUSCRIBIRSE A PODCASTS
    La Cuaresma suele coincidir con un tiempo en el que cada vez hace mejor temperatura. Busca un podcast que te guste, suscríbete, y sal a dar un paseo por el barrio o el parque. Puedes buscar podcast (archivos de audio para escuchar en el móvil, el ordenador, el ipod...) en la web (busca bien, que hay muchos que no son católicos). Aquí te dejo algunas sugerencias:


TIEMPO DE CAPILLA
    Seamos realistas, la vida es ruidosa. Entre la escuela, el trabajo, la familia, el ordenador, el móvil, etc. hay una gran cantidad de personas y "ruidos" a tu alrededor, 24h al día, siete días a las semana. Así que escabullirse a la iglesia o capilla más cercana para encontrar un poco de paz, tranquilidad y silencio, es algo muy bueno. Ve a la iglesia más cercana y pasa un rato con Él. Tienes puntos de bonificación si puedes hacerlo durante una Adoración Eucarística.

REFLEXIÓN
   Me gusta escribir, es mi talento. A menudo, me gustaría llevar un cuaderno a la capilla y escribir en él. A veces, escribo: "Así es como va mi día, Dios." En otras ocasiones, pongo: "Aquí hay una lista de todas las personas que quiero, y por las que voy a rezar." Otras veces, simplemente, garabateo. Y otras veces, sigo garabateando. Hay ocasiones en que escribo mis reflexiones sobre algo que he leído. No importa. El caso era que pongo los pensamientos de mi cabeza en sobre el papel, puesta en las manos del Señor. Y, a veces, Él me habla a través de todo esto.

LECTURA
    Lo primero que hay que leer es la Biblia, obviamente. Es la Palabra de Dios, así que siempre es un buen lugar al que acudir. Yo recomiendo no leer directamente la Biblia, de principio a fin, sino leer las lecturas de la misa del día y, además, algún comentario que nos ayude a desmenuzar y entender el texto. De lo contrario, es muy fácil caer en "Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a fulano de tal, etc, etc", y no entender nada. Pero hay otra tipo de lectura, que es la "lectura espiritual": reflexión diaria, vidas de santos, los clásicos, los más modernos, etc.

ADORACIÓN
     Fuimos hechos para adorar (amar), y siempre estamos adorando algo. Así que en lugar de adorarte a ti mismo, tu imagen, tu reputación... adora a Dios. Puedes hacer como con los podcasts: ponerte un poco de música pop de adoración y salir a caminar, a correr, o sentarse en la capilla o en tu habitación. Llena sus oídos (y el corazón, mente y alma), con alabanzas.


Y, bueno, hay muchas otras maneras de "desperdiciar" 40 minutos al día, sin duda. Pero éstas son las cosas que mejor me funcionan a mí, porque encajan con mi modo de rezar y mi personalidad, y me ayudan a encontrarme con Dios. Y, como ya he dicho, realmente no importa cómo pasen los 40 minutos si son tiempo que pasamos con Él.

Y, ahora que lo pienso...  aquella Cuaresma en que empecé con estos 40 minutos, fue la mejor Cuaresma de mi vida. ¿Y sabes qué? Creo que estoy preparada para otra Cuaresma así.

Si decides aceptar este reto, entonces nos veremos ahí. 40 minutos durante 40 días. ¡Vamos a hacerlo!


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