jueves, 16 de octubre de 2014

Respuestas católicas a tus preguntas sobre Halloween






¿Halloween es una fiesta demoníaca?

   ¡No! La palabra en sí viene de "All Hallows 'Eve" (en inglés "hallow" es una palabra antigua que significa "santo", hoy día se dice "holy") porque es la noche anterior ("Eve" significa "víspera") a la fiesta de Todos los Santos ("All Hallows"). Se ha investigado mucho sobre el origen de esta fiesta, pero me voy a reservar la explicación larga y, simplemente, diré que: siempre fue nuestro día de fiesta, una fiesta cristiana.



   La larga historia de esta fiesta está sobre la mesa, y son muchos los países y colectivos que la reclaman como propia. Incluso en los EE.UU. (hace mucho tiempo) hubo algunos puritanos wiccanos (seguidores de la wicca, una especie de secta de brujería, que tiene su origen en Inglaterra)que afirmaban que Halloween era suyo. Más tarde, Hollywood reforzó la idea demoníaca Halloween con un par de películas de terror, y podo después, bada-bing, bada-boom, los cristianos empezaron a pensar que participar en las fiestas de Halloween era malo para su alma. Cosa comprensible, porque se pone gran énfasis en la muerte, la sangre, y demás cosas de miedo. ¡Y con todos esos esqueletos y calaveras por todas partes!


   ¿Sabes cuál es el sitio en el que he visto más esqueletos por la fiesta de Halloween? ¡En un monasterio cartujo! Los monjes utilizaban calaveras para adornar paredes, techos, puertas, etc. Incluso los usaban como saludo, diciendo: "hermano, recuerda tu muerte". Y no era morbo ni sonaba tétrico. Aquellos esqueletos decorativos eran símbolo y recuerdo de los que nos han precedido y del destino de nuestros cuerpos. Eran una catequesis y enseñaban que nuestros cuerpos no son para siempre, y debemos esforzarnos para ser disciplinados y no acomodarnos.

   Que no te suene raro. Viene a ser lo mismo que hacemos los "Miércoles de Ceniza", cuando la Iglesia nos recuerda que "polvo eres y en polvo te convertirás", "Recuerda que eres polvo y al polvo volverás".

   Es bueno y necesario que no olvidemos que nuestra vida física actual es algo temporal. Si evitas aceptar la muerte y sus símbolos, es como olvidar que estás llamado para la eternidad, que esto se acaba, estás llamado a la vida eterna. Si evitamos Halloween, nos perdemos el rico simbolismo de nuestra muerte. No es un día de fiesta del mal, o del demonio. Es una fiesta cristiana. Alguien dirá Party City.

¿Entonces un católico puede celebrar Halloween?
   ¡Claro! No hay nada de malo en ponerse un traje, o jugar a "truco o trato", y disfrutar de la compañía de amigos y familiares. Eso sí, algunas personas llevan esta fiesta demasiado lejos y la hacen más "negra" de lo que debería ser. Sin embargo, eso no es razón para que los cristianos nos asustemos y dejemos de celebrarla.

   Cuando decidimos tener miedo del demonio les estamos dando más poder. ¿Qué mensaje enviamos al mundo si nosotros, como cristianos, tenemos miedo a admitir la realidad del mal? Estaríamos diciendo que no estamos seguros de quién gana la batalla del bien contra el mal.

   ¡Pero lo estamos! Sabemos que Dios gana... que el amor triunfa sobre la muerte, y que el mal no tiene poder sobre nosotros. Participar en Halloween no significa que estemos abriéndonos al mal. Todo lo contrario, significa que estamos reclamando como propio el triunfo de Cristo en la cruz. ¿Hay algo más cristiano que esto?


¿Puedo llevar un disfraz "sexy"? Todos mis amigos lo hacen


   No uses un disfraz provocativo ni que te quite dignidad. Es fácil. Destaca por ser diferente, acepta el desafío de ser más creativo. Preséntate como una tarta en una sala llena de piratas de camisetas ajustadas, enfermeras con batas cortas, y tíos que llevan más ropa en la playa.

   ¿Es que elegir vivir una virtud (como la modestia) nunca va a ser fácil este lado del cielo? No. ¿Los cristianos estamos llamados a seguir a la multitud? No. Lee Romanos 12, 2.

   Tus verdaderos amigos no te juzgarán ni se sentirán ofendidos por un disfraz. El hecho de llevar un traje adecuado no quiere decir que estés juzgando a los que te rodean.

   Y, para ser honestos, la mayoría de las personas del sexo opuesto te lo agradecerán, ya que pueden estar cerca de ti sin tener que preocuparse de dónde miran. Además, debatir sobre cuál es el mejor sabor para una tarta (la de masa de galletas, jaja) es mucho mejor que ser objetivado, o sea, mirado como un objeto.


¿Cuántos dulces puedo comer en Halloween?

   Los suficientes como para disfrutar, pero no tantos como para que tu cuerpo consiga engañarte para que te duermas o enfermes y faltes a Misa al día siguiente. El 1 de noviembre es un día de precepto, así que estaría bien llegar con tiempo a la iglesia y alabar al Dios que te salvó de la muerte y extendió sus brazos en la cruz para mantener el mal a raya. ¿no?

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