miércoles, 21 de enero de 2015

NOMOFOFIA: venciendo el miedo a estar sin móvil


Original de Kelly Colangelo en lifeteen.com , traducido y adaptado por @PaterAbraham

    
Batería muerta, no hay WiFi, se acabaron los datos, perdí el teléfono. No le deseo estos males tan terribles a nadie. ¿Conoces la palabra nomophobia? Es un nuevo término que describe el miedo irracional a quedarse sin dispositivo móvil o a relacionarse con los demás sin el móvil. Viene de la expresión no mobile phone phobia, y es algo cada vez más frecuente. 


   Yo he tenido que enfrentarme a mi nomophobia. Solía consultar continuamente mi teléfono, y en los sitios más insospechados. Por ejemplo, si iba a la ducha, mi móvil tenía que estar también allí, por si sonaba. No sabía ir al baño sin llevar el teléfono conmigo. Cuando estaba en alguna reunión, yo "mensajeaba" por debajo de la mesa. Cuando me iba a dormir, el móvil tenía que estar bajo la almohada... ¿No te parece un poco exagerado?

    Siempre pensé que el teléfono me mantenía conectado con la familia, los amigos, los medios, las redes, e incluso con mi fe. Pero después de varios años y muchas lecciones - a veces muy duras- me he dado cuenta de que el móvil, en realidad, me desconecta de la gente que quiero y empobrece mi relación con Cristo.

   No me malinterpretéis, creo que está muy bien poder publicar fotos en instagram, y twittear alguna ocurrencia interesante o divertida, y utilizar las facilidades que nos dan las redes sociales, pero... hay un verdadero problema cuando nuestro teléfono interfiere en nuestra relación con los demás y con Dios. 

   Os dejo algunas sugerencias que me ayudaron a evitar que el móvil dominara mi vida e interfiriera en mi relación con Cristo:

EVITA DISTRACCIONES
   Apaguemos el móvil cuando vayamos a rezar. Cuando estamos distraídos en la oración, no participamos plenamente de la relación con el Señor. Nos quedamos a medias y ponemos límites a que nos hable al corazón y a recibir todo lo que Él nos quiera dar. Le estamos bloqueando. Hagamos el esfuerzo de apagar el teléfono (no en silencio, sino completamente apagado) durante la Misa, o las visitas a la Capilla, o el tiempo de oración.

SÉ AUTÉNTICO   ¿El móvil y las redes sociales son "auténticos"? Es muy fácil crear un "perfil falso" en cualquier aplicación o red, y a menudo buscamos la aprobación o nos valoramos (o valoramos a los demás) por el número de retuits, o de seguidores, o "me gusta", o por las respuestas que nos llegan. No podemos permitir que estas cosas se conviertan en nuestra identidad. No podemos ocultarnos detrás de un nombre falso, ni valorarnos por el número de seguidores. Eso no somos nosotros. Nuestra identidad y valor está en que somos hijos amados de Dios, no en si hemos batido el récord de likes en mi foto de instagram
    Ser móvil-dependientes hace que dejemos de buscar a Dios, y que los versículos por los que nos habla en la Biblia se vean sustituidos por notificaciones telefónicas. La autenticidad es lo que nos hace reales. Ser auténtico es ser sincero y verdadero. Si estás enfadado con alguien y le whatsappeas enviando un montón de emoticonos, no estás siendo sincero. Es actuando en la verdad lo que nos llevará a una vida de libertad.

NO PIERDAS EL CARA A CARA
   Vamos a intentar una cosa. La próxima vez que te estés enviando mensajes con un amigo y alguno diga que está aburrido, sorpréndele yendo a su casa, ve a verle en persona. Otra cosa que te propongo es que si tienes una llamada perdida de alguien, le llames por teléfono en vez de mandarle un mensaje. Comunícate en persona. Sal al encuentro de los demás como Cristo viene al nuestro: con compasión y amor.

   El "debo-tener-el-móvil-conmigo-todo-el-tiempo", es una mentalidad que hay que cambiar ya. El desafío consiste en dar a tiempo a Dios y al prójimo antes que dárselo a un teléfono. 

   Rezad, sed auténticos, y hablad en persona con los demás. Esto marcará la diferencia y te levará a una vida mucho más plena y feliz.

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