viernes, 14 de febrero de 2014

CRÍTICA CATÓLICA DE CINE: "Monuments Men"


MONUMENTS MEN
EL MAYOR SAQUEO DE OBRAS DE ARTE DE LA HISTORIA

¿MOLA?: LA CRÍTICA
    Escrita, codirigida, producida y protagonizada por George Clooney, la película se centra en la historia -real y poco conocida- de una unidad especial que, desde el bando aliado en la Segunda Guerra Mundial, se dedicó a adentrarse en la "Alemania nazi" para recuperar obras de arte y devolverlas a sus legítimos dueños. A la unidad se la conocía como "The Monuments Men", aunque oficialmente era "The Monuments, Fine Art, and Archives Program". El guión está basado en la novela de Robert M.Edsel y Bret Witter, que plantea la historia como una inverosímil "Band of Brothers", pero que tiene su atractivo punto cómico.

    La unidad está formada por hombres ya retirados entre los que hay cuarentones, gordos, alcohólicos... es decir, lo contrario a lo que uno esperaría cuando se habla de "héroes". Pero son brillantes historiadores del arte, conservadores, arquitectos y estudiosos que entienden la necesidad de preservar las obras de arte. Ése es su punto fuerte. Estos hombres tienen la motivación necesaria para introducirse en territorio enemigo y tratar de proteger las importantes obras culturales de Europa, así como recuperar las robadas y saqueadas. 

    La misión de esta unidad especial es muy importante, hay mucho en juego, pero resulta que estos hombres no cuentan con mucho apoyo logístico (si es que llegan a tener algo) y son vistos como un estorbo por los comandantes aliados. Luchando contra-reloj estos hombres se enfrentan al desafío y triunfarán por encima de las expectativas. También aparece un sensato personaje femenino -Claire Simone- que pone equilibrio a ese caos de equipo masculino, y que está basada en la vida real de la heroína Rose Valland, una dama de quien ya estoy con ganas de aprender más. 

    Monuments Men nos ofrece un elenco increíbe de estrellas, que nos regalan una gozada de actuaciones, cosa que era de esperar: George Clooney, Matt Damon, Cate Blanchet, Bill Murray, John Goodman, y muchas otras caras conocidas. A veces la película tiene un ritmo torpe, lo cual hace que nos perdamos en algunos cambios de escenario y no disfrutemos totalmente del increíble talento del equipo de actorazos. Sí, la película tiene un importante problema de ritmo, pero también es verdad que mi corazón nunca latió con tanta fuerza por la tensión y el suspense que consigue crear. El guión es un poco decepcionante, pero se las arregla para contar una historia creíble y atractiva. 

     Hacer una película centrada en la recuperación de famosas e importantes obras de arte, no puede ser una tarea fácil. Sólo imaginar la minuciosa atención que ha tenido que poner el equipo artístico a cada detalle, ya asombra. Como amante del arte que soy, no tengo ninguna queja sobre la presentación de cualquiera de las obras que aparecen magníficamente rodadas en el film; se nota especialmente la atención puesta a la iluminación, que consigue ver las obras en profundidad y disfrutar del "destello holliwoodiense" que adquieren.

    Aplaudo por esta conseguida belleza, pero abucheo el mal uso de la música, que reduce la tensión creada en algunas escenas. Me pareció que la partitura, aunque bonita, agrava el problema de ritmo y falta de tensión presente en toda la película. Aun así, en sus dos horas de duración, consigue dejar un aroma de buen cine clásico y brillante, gracias a la narración de una historia casi olvidada y protagonizada por grandes estrellas; pero, al final, no está conseguido ese "factor sorpresa" que el público espera en este tipo de historia.

    Fui a ver la película pensando que podrían suceder una de estas dos cosas: o que habría tanta violencia que la verdadera guerra quedaría en ridículo, o que iba a ser una aburrida conferencia de historia del arte. Me complace informar de que ninguna de estas cosas suceden en Monuments Men

¿QUÉ DICE?: EL MENSAJE
    Ésta no es una peli de guerra, aquellos que vayan esperando acción a raudales, quedarán decepcionados. Tampoco es una película en contra de la guerra. De hecho, la Segunda Guerra Mundial es un tema bastante colateral en el film. De vez en cuando aparece algún sermón, pero no es excesivo. La moraleja de la historia se reduce al discurso de Stokes (George Clooney) en el que dice que si haces caer a una persona, puede volver a levantarse, pero si destruyes su historia y sus logros, será como si nunca hubiera existido. Este tema de la importancia de preservar la historia se refuerza en varios diálogos de la película. Pero por si al espectador aún no le queda claro el mensaje, vuelve a repetirse en otra escena, cuando Stokes está hablando con el Presidente, quien le pregunta si salvar unas cuantas pinturas y esculturas mereció la pena, sobre todo por la muerte de dos hombres del equipo. Stokes, por su puesto, dirá que sí.

    El arte como medio de expresión humana es algo que la fe católica promueve enormemente. Es un medio de expresión, de evangelización, de realización propia, y, sobre todo, un reflejo de la Belleza de Dios y la Creación. Fíjate, que se cree que el mismo san Lucas mismo pintó un retrato de la Virgen María (por eso a menudo se le representa con un caballete). La Iglesia ha estado siempre comprometida con la historia y la cultura, y alberga, custodia y muestra numerosas obras de arte. Echa un vistazo, por ejemplo, a la gran colección de los Museos Vaticanos aquí.

     También hay un diálogo muy bueno en el que uno de los Monuments Men explica a los otros que, cuando empezó la guerra, él quería ser piloto de combate y contribuir a la victoria, pero que su mala vista y su pésimo oído le impidieron alistarse; Formar parte de los Monuments Men fue la única manera de poner sus talentos al servicio de la causa. A mí me parece que esto es un discurso hermoso, que puede aplicarse a cómo entendemos la Iglesia, como Cuerpo de Cristo: cada uno es distinto, con sus dones y talentos, pero cada uno tiene su propósito concreto y es valioso para el Cuerpo

LO BUENO, LO FEO Y LO MALO: LA MORAL
     A parte del excesivo número de palabrotas y cigarrillos por minuto, en la película no aparecen situaciones sexuales ni violentas. Hay poca violencia, de hecho, para lo que cabría esperar. Claire hace propuestas muy sutiles al personaje de Matt Damon, pero se comportan honorablemente. Pueden verla perfectamente adolescentes a partir de 12/13 años.

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