viernes, 3 de enero de 2014

CRÍTICA CATÓLICA DE CINE: "La vida secreta de Walter Mitty"


¿MOLA?: SOBRESALIENTE EN CINEMATOGRAFÍA

    Para los que no lo saben, "La vida secreta de Walter Mitty" está basada en el cuento del mismo título escrito por James Thurber. La película, como el cuento, se centra en la vida "dolorosamente ordinaria" de Walter Mitty, cuyo día a día vive con tristeza pero que en su mente vive de manera fantástica. Como adaptación, hay que señalar que el Stiller de "La vida secreta de Walter Mitty" es casi un acierto total.

   Ben Stiller no sólo interpreta a Walter Mitty, sino que también dirige y produce la película. Cuando conocemos al personaje, está suspirando por la bella Cheryl Melhoff (Kristen Wiig), con quien trabaja en la revista Life. Más adelante, un vendedor de accesorios de EHarmony ayuda a Walter a darse cuenta de que su perfil no tiene nada interesante que ofrecer, y entonces decide empezar a tomar decisiones valientes que le llevan a buscar su gran héroe interior.






   El trabajo de Walter en la revista Life consiste en crear y preparar los negativos de película para el arte final de la revista. Llega a trabajar incluso en su cumpleaños, que es cuando recibe la mala noticia de que la publicación se hará sólo en internet, y en breve se iniciará la reducción de personal. Después de dar una impresión lamentable al encargado de decidir los despidos (Adam Scott), Walter se retira a su oficina y descubre que el famoso fotógrafo Sean O'Connell (Sean Penn) le ha enviado unos negativos para que se haga cargo de ellos. O'Connell adjunta un regalo especial y una nota para Walter, dándole las gracias por los años de trabajo convirtiendo sus fotografías en grandes obras. Y añade en la nota que el fotograma 25 de ese carrete es su mejor obra, que en él ha conseguido captar la esencia misma de la vida. O'Connell también ha escrito a la dirección de Life, para, prácticamente, exigir que ese fotograma 25 sea utilizado como foto de la portada de la última revista impresa antes de que la publicación sea totalmente digital.



   El problema llega cuando Walter no encuentra la foto 25. Esto lleva al tranquilo, sin pretensiones, y apacible Walter a emprender el viaje de su vida con el objetivo de encontrar al misterioso O'Connell y descubrir el secreto del negativo que le falta.

   Aparecen entonces momentos conmovedores, y paisajes y lugares extraordinarios. En general, lo que me pareció más más agradable la película era que, de alguna manera tenía... una apacible hermosura. La actuación de Stiller era dulce, discreta y original. Y la historia era sólida, y Walter es como la encarnación moderna de lo que un auténtico héroe debería ser.


¿QUÉ DICE?: EL MENSAJE DE LA PELÍCULA.



    Hay un hermoso contraste entre Walter, el constante y responsable oficinista, y Sean, el aventurero trotamundos. Comparten una escena, en la cima de una montaña, que es desgarradoramente hermosa. El mensaje es claro: las personas más hermosas son las que no reclaman ser el centro de atención. Yo diría que se trata de una historia del tipo de la de Marta y María. Sean, el famoso fotógrafo, el conocido, el centro de atención, es la puesta en escena de María, y Walter es la de Marta, el que trabaja desinteresada y silenciosamente en segundo plano. Gracias a su relación de 16 años trabajando juntos, estos dos hombres han llegado a respetarse profundamente el uno al otro y, al final, son capaces de ensalzar aquello que encuentran admirable en el otro. Walter sale de su zona de confort para emprender un viaje asombroso y encontrarse con Sean en la montaña, y Sean honra a Walter de una de las maneras más hermosas y perfectas que he visto en mi vida para recompensar la amistad y el trabajo duro.



    También hay que destacar la relación que Walter con su madre y con su hermana, que viene a ser una representación maravillosa del amor familiar. La madre de Walter (Shirley MacLaine) resulta que es la clave para el éxito de su misión, y su evidente afecto y admiración por ella brilla a través de toda la película. La nuestra es, a menudo, una cultura en la que los ancianos se dejan a un lado y son ignorados, pero la madre de Walter es tan buena y leal como su hijo, y lo ayuda a tener éxito en la búsqueda de su héroe. El otro mensaje importante de la película es que uno no tiene que ser andar pisoteando o desprestigiando a los demás, ni estar por encima para ser la estrella y conseguir a la chica. Uno puede ser un buen tipo, honesto, responsable, y con una brújula moral decente, que lucha por lo que es correcto y bueno, y... ¡salir victorioso! Este fue un mensaje sumamente refrescante en este Grand Theft Auto en que se ha convertido nuestro mundo. 


EL BUENO, EL FEO Y EL MALO: LA MORAL EN LA PELÍCULA.


   Con la excepción de una broma un poco fuera de tono y algunos insultos mínimos, "La vida secreta de Walter Mitty" es una película absolutamente limpia y con clase.


   La manera de mostrar el afecto entre Walter y Cheryl es sana y dulce. Además, hay hay poca violencia (y la que aparece lo hace como parte de los sueños de Walter).


SÍ. LO DIJE: COMENTARIOS DEL CRÍTICO

   Creo que lloré tres veces diferentes durante la película porque, inesperadamente, era hermosa e inspiradora.

   La escena a lo "Benjamin Button" fue rara, pero muy graciosa.
   
   La película es muy agradable para cualquier persona mayor de 12 años. Los más pequeños disfrutarán de las escenas de skate y algunos de los paisajes de barrido, pero probablemente se aburrirán por las "cosas que hablan los mayores".
   
   Casi todo el tiempo me venía la cabeza que al Beato Pier Giorgio Frassati le habría encantado esta película. Si no sabes quién es, échale un vistazo a frassatiusa.org.



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